5 ene 2014

cuento memorable de Pizarnik

La descubro ahora con entusiasmo. Nunca es tarde para nada. ¿Por qué no he podido leer Alejandra Pizarnik antes?

«-Esa de negro que sonríe desde la pequeña ventana del tranvía se asemeja a Mme. Lamort -dijo.
-No es posible, pues en París no hay tranvías. Además, esa de negro del tranvía en nada se asemeja a Mme. Lamort. Todo lo contrario: es Mme. Lamort quien se asemeja a esa de negro. Resumiendo: no solo no hay tranvías en París sino que nunca en mi vida he visto a Mme. Lamort, ni siquiera en retrato.
-Usted coincide conmigo -dijo-, porque tampoco yo conozco a Mme. Lamort.
-Quién es usted? Deberíamos presentarnos.
-Mme. Lamort -dijo-. ¨Y usted?
-Mme. Lamort.-Su nombre no deja de recordarme algo -dijo. 
-Trate de recordar antes de que llegue el tranvía. 
-Pero si acaba de decir que no hay tranvías en París -dijo.
-No los había cuando lo dije, pero nunca se sabe que va a pasar.
-Entonces esperémoslo puesto que lo estamos esperando.
»

2 comentarios:

  1. "alguna vez
    alguna vez tal vez
    me iré sin quedarme
    me iré como quien se va"

    Hermosa Pizarnik. Me alegro de que hayas llegado a ella :)
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Muy hermosa, muy sentida Pizarnik. He llegado a ella, ya un poco mayor, pero bienllegado. Leí su obra completa, así, de un trago.
    Me faltan los diarios.
    Saludos.

    ResponderEliminar